El mercado de la videovigilancia ha vivido una evolución constante y un crecimiento sostenido en los últimos años, hasta el punto de que hoy en día se estima que presenta una tasa de crecimiento anual compuesto de más del 15% y que esa tendencia se mantendrá vigente al menos hasta 2022.

Ese desarrollo, impulsado por los avances tecnológicos, ha dado como fruto la aparición de los sistemas de videovigilancia inteligente, conocidos también por las siglas IVS, relativas a ‘Intelligent Video Surveillance’. Su alta difusión ha transformado el sector hasta el punto de que las tradicionales cámaras de vigilancia han dado paso a sistemas de videovigilancia mucho más avanzados.

En este artículo te explicamos qué es la videovigilancia inteligente, qué la diferencia de la videovigilancia tradicional y en qué medida puede ayudar a las empresas. Conocerás, también, cuáles son las ventajas competitivas que este tipo de sistemas aportan a las empresas y los motivos para apostar por esta nueva tecnología.

“Las tradicionales cámaras de vigilancia han dado paso a sistemas de videovigilancia mucho más avanzados”

¿Qué es la videovigilancia inteligente y en qué se diferencia de la tradicional?

Conocemos por videovigilancia inteligente a aquellos sistemas que aprovechan las funcionalidades que les permite un hardware y un software avanzados para la detección y análisis de imágenes, con funcionalidades basadas en las nuevas tecnologías y la conectividad como una de sus principales características. En la videovigilancia tradicional, el componente humano era básico para un correcto análisis de las imágenes y vídeos que suministraba el sistema, hasta el punto de que eran necesarias varias personas, en varios turnos, para desempeñar esa función.

El progresivo aumento del número de cámaras que se utilizan en los sistemas de seguridad y análisis de vídeo ha hecho que el análisis humano resulte incompatible con ese trabajo, ya que está comprobado que, tras 20 minutos de atención máxima, la fatiga y otros condicionamientos perjudican a esa función, lo que supone un riesgo en determinadas circunstancias como, por ejemplo, cuando se está vigilando un recinto en el que un fallo de seguridad, como la irrupción de un intruso, puede suponer un grave peligro.

La videovigilancia inteligente es eficaz para gestionar lo que en un sistema tradicional se convierte en una sobrecarga de datos, ya que puede monitorizar de manera efectiva y procesar a gran velocidad enormes volúmenes de imágenes. Éstas se convierten en metadatos, que son secuencias seleccionadas con solo información relevante de los sistemas de CCTV (Circuito Cerrado de Televisión).

Ventajas competitivas de la videovigilancia inteligente

El análisis de vídeo inteligente facilita el tratamiento de vídeo tanto en tiempo real como grabado y detecta cualquier clase de actividad que se pueda catalogar como sospechosa, además de distinguir entre personas y objetos e, incluso, llegar a diferenciar patrones de comportamiento. Estas son las principales ventajas de su uso:

• Mejora de la eficiencia: los IVS graban y almacenan un volumen mayor de vídeos que los sistemas tradicionales. Pero no solo eso, sino que la calidad de las imágenes que proporciona es mucho mayor (alta definición). Por otra parte, a diferencia de lo que ocurre con la supervisión humana, el sistema no sufre errores que se puedan achacar a la fatiga u otros inconvenientes.
• Aumento de la rentabilidad: aunque el coste de inversión pueda resultar mayor que en el caso de un sistema de videovigilancia tradicional, los IVS son más rentables incluso en el corto plazo, ya que necesitan una menor infraestructura física, tanto de cableado como de cámaras. El ahorro de costes personal es también considerable, pues el sistema genera metadatos y no necesita de una supervisión constante.
• Monitorización a distancia: una conexión a Internet es suficiente para acceder a las imágenes y los datos que facilita el sistema, algo especialmente útil para dueños de negocios y empresas. El acceso, tanto a imágenes en directo como a otras archivadas, se puede producir desde múltiples dispositivos. Cuando las cámaras de videovigilancia se destinan a otros usos que no son de vigilancia, por ejemplo para conocer los patrones de conducta de los visitantes a un comercio o a un centro comercial, esta utilidad se multiplica.
• Alta escalabilidad: los sistemas de videovigilancia inteligente pueden incorporar cámaras con suma facilidad manteniendo el mismo nivel de eficiencia. Su integración en la red es sencilla y tiene un reducido coste, ya que el cableado es inferior que el requerido en el caso de los sistemas convencionales.
• Alarmas inteligentes: visualizar todas las horas de grabación que capturan las cámaras de un sistema de videovigilancia no es solo una actividad agotadora, sino que es también poco efectiva. Los IVS no solo se encargan de ello, sino que además detectan por sí mismos actividades irregulares y comportamientos específicos, generando alarmas y enviándolas a los propietarios, los equipos de vigilancia humana o los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

"El análisis de vídeo inteligente facilita el tratamiento de vídeo tanto en tiempo real como grabado y detecta cualquier clase de actividad que se pueda catalogar como sospechosa”

Analíticas de vídeo para completar tus sistemas de vídeo inteligente

Las analíticas de vídeo que facilitan los sistemas de videovigilancia inteligente ya se encuentran operativas en ámbitos diversos, como centros logísticos, infraestructuras industriales, fronteras y aduanas o lugares de transporte de viajeros, entre muchos otros. El sector del retail es uno de los últimos que se ha sumado a esta tendencia consolidada, que ha evolucionado desde un uso de mera vigilancia hasta una aplicación que pasa por el análisis de patrones de comportamiento de empleados y compradores. Con ellas pueden realizarse conteos de personas, gestión de filas o mapas de zonas calientes.

Gracias a las analíticas de vídeo inteligentes, que basan su funcionamiento en algoritmos inteligentes, se pueden optimizar los protocolos de respuesta cuando se produce una alerta. De este modo no es necesario visualizar todas las cámaras en todo momento, ya que los sistemas se configuran de tal forma que, por sí mismos, son capaces de reconocer cualquier anomalía y de avisar de ello con alarmas sonoras, ventanas emergentes, avisos enviados a dispositivos conectados, etc. Las analíticas de vídeo son también útiles para eliminar las falsas alarmas.