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  • Áreas de aplicación de las cámaras termográficas


     

    Las imágenes termográficas han de dejado de ser una tecnología elitista y exclusiva de unos pocos para convertirse en una realidad en muchos ámbitos industriales y comerciales. Más que simples sistemas de obtención de imágenes, las cámaras termográficas son actualmente sistemas de vigilancia completos y eficientes, gracias a los grandes avances de la analítica de video.
    Las radiaciones infrarrojas son ideales para la detección y prevención de muchos eventos indeseados. Desde fugas, roturas en tuberías y conductos hasta concentraciones inusuales de sangre en el cuerpo de los animales… todo escenario donde se puedan usar las fluctuaciones de temperatura como señales de atención es propicio para el uso de cámaras termográficas.


    Múltiples posibilidades

    Una de las grandes ventajas de las cámaras termográficas es su capacidad para obtener datos precisos de forma no intrusiva, en tiempo real y sin contacto. Por ejemplo, son ideales para medir la eficacia de un sistema de aislamiento o para detectar deficiencias en la estructura de un edificio, sirviendo así como una fuente de información rápida para diagnósticos precisos que evitan comprobaciones más lentas y costosas.
    Las continuas mejoras tecnológicas han hecho que estos dispositivos hoy en día sean ligeros, compactos, ergonómicos y fáciles de usar. No hacen falta grandes conocimientos previos ni disponer de numerosos profesionales para su instalación o uso, y sus capacidades siguen creciendo: imágenes en alta resolución, reportes, inspecciones mientras están en carga y WiFi para comunicación inalámbrica con otros dispositivos.

     



     

     

    Las áreas beneficiadas


    Medicina y veterinaria


    Los beneficios de la termografía en la veterinaria son múltiples, entre los más importantes destacan el análisis médico no invasivo y la detección de lesiones reveladas por el incremento del riego sanguíneo en puntos concretos. Cuando surgen emergencias o catástrofes naturales, las cámaras termográficas han demostrado su utilidad para detectar la presencia de seres vivos, incluso en circunstancias de difícil acceso para los equipos de rescate. Otra de las aplicaciones de esta tecnología, es la localización de animales invasores y de nidos, tanto en cultivos como en recintos cerrados, viveros, naves, casas, etc.
    Naval y marítima
    En el área naval, donde se emplean maquinaria pesada, una cámara infrarroja puede detectar muchas incidencias de forma rápida y sencilla, que pueden ahorrar tiempo y dinero cuando se compara con lo que implicaría detener la máquina para una reparación.
    Una imagen térmica puede revelar una bomba sobrecargada por un esfuerzo extra o que un motor se está recalentando. Son muy útiles en la localización de rodamientos demasiado calientes y abrasiones o a la hora de diagnosticar problemas de lubricación, ya que las máquinas con cantidades de aceite insuficiente o aceite sobrecalentado se descubren rápidamente.
    Embarcaciones de todo tipo pueden utilizan cámaras termográficas para navegación nocturna y aumentar la visión submarina, además de incorporarlas para búsquedas en situaciones como la caída al agua de un pasajero. Pero, sobre todo, estos sistemas de seguridad son útiles para la vigilancia de recintos portuarios en los que se mueven cargas importantes que deben ser vigiladas constantemente.

    Aviación y aeropuertos


    Las cámaras termográficas tienen muchos usos en los terminales aéreos: la búsqueda de drogas en los controles o, en casos de alertas por riesgo sanitario, la ubicación de pasajeros afectados por una enfermedad infecciosa. Este último con la gran ventaja de un sistema no invasivo y rápido, algo fundamental en lugares con abundante desplazamiento de personas.

     



     

     

     

    Nuclear


    La relación entre las cámaras que detectan las radiaciones infrarrojas y las plantas nucleares pasa por la supervisión de estas instalaciones de alta seguridad. También pueden utilizarse para la detección de amenazas de tipo nuclear y radiológico. La rapidez de detección y diagnóstico de este tipo de dispositivos, operativos las 24 horas al día y los 7 días de la semana, es de mucha utilidad para la realización de estudios termográficos en sectores energéticos.

    Combustibles


    Las cámaras de imágenes térmicas se emplean en la industria del petróleo y el gas para la localización de fugas en tuberías, tanques e instalaciones. Su acción forma parte del mantenimiento preventivo, imprescindible para mejorar tanto la seguridad como la rentabilidad y reducir las emisiones al medio ambiente. De esta forma se evitan paradas e interrupciones del servicio indeseadas, con la consiguiente pérdida económica que ello supone.

    Minería


    En el ámbito de la minería, la tecnología de las cámaras térmicas se emplea para prevenir incidencias y probar el funcionamiento de cintas transportadoras, rodamientos, poleas, correas y motores. Su uso tiene la ventaja de que la presencia de polvo y humo no afectan a la obtención de resultados. La longitud de onda infrarroja de este tipo de cámaras facilita la detección de cualquier energía térmica en prácticamente casi todas las condiciones ambientales.
    Por otra parte, en la minería de carbón es común almacenar éste en grandes contenedores, lo que obliga a efectuar estudios térmicos regulares del fondo de manera habitual para evitar la autoignición.

    Energías renovables


    Las cámaras de imagen térmica son herramientas usadas en el ámbito de las energías renovables como, por ejemplo, para llevar a cabo el mantenimiento de paneles fotovoltaicos. Con estas verificaciones se detectan posibles anomalías, como soldaduras defectuosas o células dañadas, que podrían afectar a su rendimiento.

    23/05/2019 13:17:32